Entre los principales hallazgos destaca que, aunque la mayoría del gasto y del volumen consumido corresponde a alimentos recomendados, ningún grupo de alimentos alcanza las cantidades mínimas recomendadas por las guías nutricionales, especialmente en frutas y hortalizas, frutos secos, legumbres y pescado. Además, existe una notable dispersión entre Comunidades Autónomas, tanto en el grado de cumplimiento de las recomendaciones como en la evolución de los patrones de consumo. Navarra y País Vasco lideran el consumo de alimentos saludables, mientras que Murcia y Canarias presentan los valores más bajos y tendencias preocupantes.
El estudio también analiza la variación de precios entre 2022 y 2024, observando que la inflación y el ajuste en el mix de consumo han incrementado el gasto medio por persona, aunque el consumo en kilos ha descendido. Se concluye que comer más sano no necesariamente implica un mayor coste, y que existe margen para mejorar la dieta sin aumentar el gasto.
Finalmente, el informe ofrece recomendaciones generales y específicas para consumidores, industria alimentaria, sector de la distribución y administraciones públicas, orientadas a fomentar una alimentación más saludable, equilibrada y sostenible. Se subraya la importancia de aumentar el consumo de frutas, hortalizas, legumbres y pescado, reducir el de productos procesados y azucarados, y mejorar la educación alimentaria y la información al consumidor.