LOS HÁBITOS SALUDABLES DE ALIMENTACIÓN EN LA INFANCIA TIENEN UNA INCIDENCIA POSITIVA EN LA SALUD DURANTE LA MADUREZ

LOS HÁBITOS SALUDABLES DE ALIMENTACIÓN EN LA INFANCIA TIENEN UNA INCIDENCIA POSITIVA EN LA SALUD DURANTE LA MADUREZ

LOS HÁBITOS SALUDABLES DE ALIMENTACIÓN EN LA INFANCIA TIENEN UNA INCIDENCIA POSITIVA EN LA SALUD DURANTE LA MADUREZ

  • Un estudio científico ha analizado los efectos de combinar una dieta saludable y ejercicio físico en la infancia, y sus resultados muestran que su incidencia es positiva durante la edad adulta.

  • Seguir una dieta sana en los primeros años de vida puede también reducir los niveles de ansiedad en la madurez.

Un estudio llevado a cabo en la Universidad de California Riverside señala los efectos negativos y a largo plazo de una alimentación rica en grasa y azúcar en la infancia, a pesar de que se haga ejercicio o se coma de forma saludable al ser adultos. Según las conclusiones recogidas en el documento, combinar ejercicio físico y una dieta saludable en los primeros años de vida tiene como efecto el desarrollo de una mayor masa muscular y cerebral, además de reducir la ansiedad entre los adultos.

Para llegar a estas conclusiones, los expertos sometieron a distintos tipos de dieta y de actividad física a grupos de ratones inactividad en las primeras semanas de vida, comprobando sus consecuencias en el microbioma intestinal al llegar a adultos.

Los ratones a los que alimentaron durante su primera etapa mediante dietas ricas en grasa y azúcar engordaron y, en su vida adulta, mostraron preferencia por los alimentos poco saludables. En cambio, los que estuvieron correctamente alimentados y mantuvieron un tono físico óptimo mostraron unos índices mayores en su masa cerebral y muscular, y también unos mejores resultados al medir su ansiedad.

Los científicos aplicaron las dietas a los ratones inmediatamente después del destete y continuaron con ellas durante tres semanas, hasta que alcanzaron la madurez sexual. Tras ocho semanas los investigadores analizaron su capacidad aeróbica y los niveles de varias hormonas diferentes.

En concreto, se ha estudiado el efecto de la bacteria Muribaculum intestinale, implicada en el metabolismo de los carbohidratos y la energía. Entre la población de ratones que habían seguido una dieta poco saludable sus niveles se redujeron. En cambio, en el grupo a los que se les había alimentado de manera saludable, combinando su dieta con ejercicio físico, los niveles de esta bacteria aumentaron de manera notable.

En otras palabras, trabajar la salud desde los primeros años de vida tiene consecuencias positivas en la edad adulta. Tanto la dieta saludable como la práctica de ejercicio físico desde la infancia son factores que promueven la salud de las personas de manera acusada.